Historia de la casa OM
Los sueños se proyectan y sin darte cuenta, se cumplen y se hacen realidad. Nuestra realidad es que nos embarcamos en la compra de esta casa familiar de los años 70 donde Carlos, desde los 9 hasta los 20 años paso una buena parte de su infancia en aquellos bonitos veranos y fines de semanas con su familia.
Lamentablemente la casa se cerró a mediados de los 90 y ha estado así casi 30 años hasta que sus nuevos propietarios decidieron darle vida nueva y restaurarla para convertirla en un precioso punto de encuentro de familias y amigos.
A Carlos y a su familia se les conoce en la urbanización desde hace mucho. Es por ello por lo que han querido respetar y mantener la buena vibración que siempre hubo en ella, con los vecinos (algunos casi familia) y sobre todo con el entorno.
Ahora, más que nunca, en esta extraña “era pos covid” sabemos de la importancia que es para todos poder salir de las grandes ciudades y la rutina para desconectarte en medio de la naturaleza. Es por ello que han querido crear una casa cómoda, cerca de Madrid, con la naturaleza muy presente, con todo tipo de detalles y bienes de confort que te hagan sentir como si estuvieras en casa.
Han cuidado mucho el detalle, la ternura de encontrarte en paz con esa energía tan bonita que brota en la Casa OM y que todos los huéspedes cuando llegan la perciben.
La visión de crear La Caso OM le vino a Carlos en el valle de la Tessaout del Atlas Marroquí, durante una expedición humanitaria que hizo con la Ong que preside. De esa visión salió un proyecto que junto a Prado dieron forma durante dos años, aprovechando el parón de la pandemia, y que cuando las circunstancias se lo han permitido, han hecho realidad.
La inmensa satisfacción que ha supuesto para ellos el proyecto, la elección de materiales, decoración de interiores y exteriores y puesta en marcha de todo… ha sido tremenda. Al contrario de lo que suelen decir con estas experiencias, la suya ha sido bonita y muy relajante ya que todo lo que el universo les ha ido dando se ha convertido en acción y se ha plasmado de un modo u otro en la Casa OM.
Carlos y Prado gestionan varios negocios pero sin duda el que más les apasiona es su Escuela de Yoga en Pinto que lleva en funcionamiento desde el 2010 www.yogapinto.es . De esa escuela y su conexión con el Yoga nació el nombre de La Casa OM. Un lugar de energía y una preciosa vibración que quieren mantener durante muchos años para que sus hijos, Claudia y Rodrigo, pueden continuar y mantenerla viva. Eso permitirá que casi 40 años después, la Casa Om esté presente en muchos corazones gracias a todas las vivencias acontecidas en ella.